La pugna por el control de Endesa, que abrió Gas Natural con una opa considerada hostil por la eléctrica, cumple dos años con el desenlace a la vuelta de la esquina y la previsible victoria del tándem formado por la compañía italiana Enel y la constructora española Acciona.
El pulso, en el que participó también la empresa alemana E.ON -que estuvo a punto de llevarse el gato al agua-, se extendió a los tribunales, desencadenó un intenso debate político, del que todavía quedan ecos, y provocó varios encontronazos entre el Gobierno y la Comisión Europea (CE).
Una frase pronunciada por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en la última Junta de Accionistas resume bien lo ocurrido durante el proceso: "en una opa no consensuada, el que termina nunca es el que empieza".
Abrió el fuego Gas Natural el 5 de septiembre de 2005 con una oferta mixta, en metálico y acciones, que Endesa rechazó tajantemente un día después.
La opa superó la criba de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) pero fue rechazada por el Tribunal de Defensa de la Competencia. Sin embargo, la operación siguió adelante porque el Consejo de Ministros optó por autorizarla con veinte condiciones.
El 21 de febrero de 2006 se produjo el segundo gran hecho del proceso con la irrupción del grupo alemán E.ON, que presentó una contraopa íntegramente en metálico a un precio de 27,5 euros.
Un mes después, el Congreso convalidó un Real Decreto-Ley que amplió las competencias de la CNE y permitió al regulador energético analizar la opa de E.ON.
Se entra así en la fase más compleja de la pugna, con las dos opas paralizadas por decisiones consecutivas de un juzgado mercantil de Madrid y del Tribunal Supremo, y con el debate político centrado en las condiciones impuestas por la CNE, que obligaban al grupo alemán a vender activos.
El 25 de septiembre de 2006, Acciona aparece en escena con la compra de un 10 por ciento de Endesa, un movimiento al que responde E.ON con una mejora del precio ofrecido, que queda fijado en 35 euros por título.
El camino parece despejado para el grupo alemán a principios de noviembre, cuando el Ministerio de Industria modifica las condiciones de la CNE y exime al grupo alemán de la obligación de vender activos. Es en esa fase cuando Endesa opta por despejar el embrollo judicial para sacar de la parálisis a la opa de E.ON.
En vista de la situación, Gas Natural tira la toalla el 1 de febrero de 2007. El presidente del grupo alemán, Wulf Bernotat viaja a Madrid para escenificar el previsible triunfo de E.ON.
Sin embargo, la situación da un vuelco el 27 de febrero, cuando Enel compra un 9,9 por ciento de Endesa, participación que eleva posteriormente hasta el 24,9 por ciento.
A finales de marzo, Enel y Acciona anuncian su acuerdo para lanzar una opa sobre Endesa a 41 euros, precio que mejora el ofrecido por E.ON.
El grupo alemán opta por negociar y en abril se retira de la puja tras asegurarse la compra de activos de Endesa en España, Italia, Francia, Polonia y Turquía, y de Viesgo, la filial española de Enel.
La opa de Enel y Acciona consigue con rapidez las autorizaciones necesarias, tanto de la CNE como de la CE, y es aprobada el 25 de julio por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El plazo de aceptación se inició el 30 de julio y su conclusión está fijada para el próximo 1 de octubre.
Antes, el 25 de septiembre, la Junta de Accionistas de Endesa deberá suprimir las limitaciones de voto contempladas en sus Estatutos, condición a la que está supeditada la opa de Enel y Acciona.
Salvo sorpresas, llega a su fin un proceso que ha dejado escenas para las hemerotecas, como la de Manuel Pizarro, presidente de Endesa, blandiendo un ejemplar de la Constitución durante una conferencia de prensa once días después de que Gas Natural lanzara su opa.
Endesa vale en bolsa un 108% más que hace dos años, cuando
Gas Natural lanzó una opa hostil sobre la primera eléctrica española por valor de 22.549 millones de euros y que suponía entonces una prima del 19,4% respecto a su precio medio en los seis meses precedentes.
El anuncio de la operación supuso una auténtica sacudida en los mercados de renta variable y afectó a la cotización de otras empresas del sector, que durante este tiempo han aparecido como posibles compradoras y potenciales víctimas de operaciones corporativas.
Ahora, cuando parece que finalmente serán la italiana
Enel y la española
Acciona las que saldrán victoriosas de una guerra en la que también entró la alemana
E.ON, los títulos de la empresa presidida por
Manuel Pizarro rozan los 40 euros y cerraron la sesión de en 39,87 euros, frente a los 19,09 euros que valía una acción de
Endesa en el mercado cuando Gas Natural lanzó su oferta.
La "guerra de opas" que supuso la entrada en escena del gigante alemán
E.ON y las previsiones del mercado de que
Gas Natural mejoraría la oferta inicial fueron los principales impulsores de la subida en bolsa de la eléctrica durante el primer año de esta "guerra", periodo en la que la acción se revalorizó un 45%.
Las distintas informaciones sobre las posibilidades de una y otra opa, las campañas de publicidad y anuncios de dividendos por parte de
Endesa y la evolución de los frentes jurídicos abiertos originaban fuertes fluctuaciones sobre el valor, que se movía hace un año en las cercanías de los 28 euros.
En septiembre del pasado año
Acciona irrumpió en la pugna con la compra del 10 por ciento de la eléctrica y provocó que
E.ON subiese su oferta desde los 27,5 a los 35 euros por título.
La acción continuó su marcha alcista, mientras
Gas Natural se retiraba de la lucha y
Enel y
Acciona anunciaban un acuerdo para lanzar una opa a 41 euros que obligaba a
E.ON a negociar a finales de marzo, mes en el que la acción llegó a superar la barrera de los 40 euros.
El plazo de aceptación de la opa de
Enel y
Acciona se inició el 30 de julio y su conclusión está fijada para el próximo 1 de octubre.
Via: EFE
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