miércoles, 13 de junio de 2007

ESPAÑA: Maite Costa: “La CNE siempre ha tomado sus decisiones con rigor”

La máxima responsable del regulador energético defiende la labor del organismo y atribuye las críticas que han acompañado a sus decisiones sobre Endesa al “difícil equilibrio” entre la garantía del suministro y el mercado.

“Ni lo he pasado mal, ni me he divertido; soy profesional y me dedico a mi trabajo”. Así responde María Teresa Costa (Madrid, 1951), presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), al ser preguntada por las numerosas críticas que, desde numerosos frentes, ha recibido el regulador energético por su actuación en el larguísimo proceso de ofertas públicas de adquisición (opas) sobre Endesa, que arrancó hace ya 19 meses con la frustrada oferta de Gas Natural y que aún está pendiente de resolverse.

Mucho ha cambiado el panorama desde entonces, tanto en el ámbito empresarial –con los cambios en los accionariados de todas las compañías del sector–, como en el político, tras los relevos en el Ministerio de Industria (José Montilla abandonó el departamento para presidir la Generalitat de Cataluña y cedió el testigo a Joan Clos) y en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Su presidente, Manuel Conthe, dimitió en mayo pasado tras denunciar presuntas presiones políticas por parte de la Oficina Económica de Moncloa para favorecer a Acciona y a Enel y dejar fuera de la puja por Endesa al grupo alemán E.ON.

Costa, en cambio, sigue al frente de la CNE (el pasado domingo cumplió dos años en el cargo) y defiende el trabajo realizado hasta ahora por el organismo. También asegura que “el sector está funcionando magníficamente bien”. “En términos de Tiepi [el indicador que utilizan las compañías eléctricas para medir la calidad del servicio], estamos mejor que nunca. Para mí, es un lujo estar aquí; en lo que respecta a sus servicios técnicos, su labor es comparable al de los mejores departamentos universitarios”, dice.

Rigor y libertad
Según Costa, todas las decisiones del regulador, incluyendo las duras condiciones impuestas en julio de 2006 a E.ON para aprobar su fallida opa sobre Endesa (que el Gobierno español se vio obligado a retirar ante las presiones de Bruselas, que las consideró ilegales), se han tomado con “gran rigor y desde la libertad individual” de sus consejeros.

Pese a todo, Costa reconoce que la institución que encabeza es hoy “muy diferente a la de 2004”. Como muestra, cita los cerca de 2.000 expedientes que prevé tramitar el regulador este año, frente a los 1.300 de 2006 y los 400 del ejercicio precedente.
A ese salto cuantitativo, se une la ampliación de funciones decidida por el Gobierno en febrero de 2006, que, desde entonces, faculta al organismo para, entre otras cuestiones, vetar operaciones corporativas por razones de “seguridad pública” y que muchos atribuyeron a la entrada en escena de E.ON.

Independencia
“Yo no presento los proyectos de ley”, dice la presidenta de la CNE, respecto a si considera cumplido uno de los principales objetivos que se marcó al acceder al cargo: el de dotar de mayor independencia al regulador. “Si hay que ser una gota malaya [un método de tortura oriental por el que se dejan caer gotas de agua sobre la víctima] sobre los que los presentan [los proyectos de ley], lo soy, lo he sido y lo seré”, asegura.

El Ministerio de Industria acaba de remitir al consejo de la CNE un borrador de Real Decreto que persigue, según el texto, “el reforzamiento de la independencia” del regulador sectorial al otorgarle más poderes, como un papel más activo en la fijación de las tarifas de gas y electricidad.

Costa elude pronunciarse sobre si el texto conseguirá ese objetivo, ya que el borrador –sobre el que la CNE tiene que emitir un dictamen no vinculante– aún no ha sido sometido a una “lectura sosegada” por parte del consejo de administración del organismo.
Tampoco quiere adelantar las posibles condiciones que el organismo impondrá a la opa de Acciona y Enel sobre Endesa, cuyo dictamen final está previsto para el próximo julio, ya que, asegura, “actualmente, no tengo la suficiente profundidad de conocimiento para pronunciarme”.

La presidenta de la CNE atribuye la polémica asociada a los dictámenes del organismo en la batalla por Endesa al “difícil equilibrio” entre la necesidad de velar por una mayor competencia y la seguridad del suministro energético.
“La luz requiere un tramiento normativo diferente al de cualquier otro producto”, recuerda Costa, que considera “enormemente apasionante” el reto de “compatibilizar una mayor apertura del mercado con la protección del consumidor”.

La catedrática de Economía, ex secretaria de Industria y Energía de la Generalitat de Cataluña y ex diputada nacional por el PSC-PSOE considera que no existe “un consenso dominante, aceptado por académicos, reguladores y Gobierno”, sobre cómo alcanzar ese equilibrio entre apertura y defensa del consumidor. “La llave mágica para alcanzarlo puede ser la sostenibilidad”, apunta.

Ariae
Éste y otros asuntos serán objeto de debate en la XI Reunión Anual Iberoamericana de Reguladores de la Energía y la VII junta anual de la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de la Energía (Ariae), un ente que agrupa a los organismos reguladores de todos los países hispanoamericanos –a excepción de Cuba y Paraguay–, que actualmente está presidido por Costa.

La reunión se celebrará en Madrid entre los próximos días 18 y 21 de junio, bajo la dirección de la CNE, y en ella se debatirán, entre otras cuestiones, el futuro de la regulación energética y el fomento de las energías renovables a través de los mecanismos de desarrollo limpio (MDL). Según Costa, estos encuentros sirven para “hacer política exterior con la energía”.

Expansion
by Antonio M. Velez

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