La integración de Iberdrola y Scottish Power, de la que surgirá la tercera eléctrica europea, sólo por detrás de la compañía francesa EDF y de la alemana E.ON, se hará realidad esta semana, cinco meses después de su gestación en noviembre del año pasado.
La operación, aprobada a finales de marzo por las juntas de accionistas de las dos empresas, se cerrará mañana, lunes, y las nuevas acciones de la compañía empezarán a cotizar el miércoles. El punto final del proceso lo pondrá el Tribunal de Sesiones de Edimburgo (Escocia), que previsiblemente autorizará mañana la operación, valorada en 17.100 millones de euros.
El tribunal deberá examinar la reducción de capital de la empresa escocesa de acuerdo con las directrices de la legislación británica.
El pasado jueves, el Tribunal de Edimburgo dio el visto bueno al Scheme of Arrangement, el documento que regula la integración entre Iberdrola y Scottish Power. Según el calendario previsto, el martes se registrarán las nuevas acciones y se realizarán los trámites para iniciar la cotización el miércoles.
El jueves, Iberdrola hará públicos los resultados correspondientes al primer trimestre.
La compañía española ha obtenido ya todos los permisos necesarios para abordar la compra de Scottish Power, tanto en Europa como en Estados Unidos. Además, el pasado 12 de abril la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó la documentación presentada por Iberdrola sobre la ampliación de capital que permitirá la absorción de Scottish.
El acuerdo de compra suscrito entre las dos compañías establece el pago de una parte en metálico (el 52,3 por ciento) y de otra en acciones propias de la eléctrica española (el 47,7 por ciento restante).
El precio fijado es de 777 peniques (11,5 euros) por acción: 400 peniques en metálico, 365 peniques en acciones propias y 12 peniques a través de un dividendo especial.
Para cubrir el pago, la Junta de Accionistas de Iberdrola aprobó el pasado 29 de marzo una ampliación de capital de 8.625 millones de euros, la mayor de su historia, mediante la emisión de hasta 263,4 millones de acciones nuevas.
La compra de Scottish Power recibió el apoyo del 99,45 por ciento del capital presente o representado en la Junta de Iberdrola, que se celebró en Bilbao.
La Junta, la primera con Ignacio Sánchez Galán como presidente, contó con una asistencia histórica del 77,3 por ciento.
Un día después, el 30 de marzo, los accionistas de Scottish Power aprobaron, con el voto a favor de más del 97 por ciento del capital presente o representado, la fusión con Iberdrola.
La operación fue aprobada por las dos juntas que debían ratificar el acuerdo de integración: la Junta ante el Tribunal (Court Meeting) y la Junta General de Accionistas.
Se trata de la segunda mayor operación realizada por una empresa industrial española en el exterior, por detrás de la compra de la compañía británica O2 por Telefónica en 2005. El grupo resultante de la operación tendrá un valor de empresa de 66.000 millones de euros, sólo superado por EDF (127.000 millones) y E.ON (75.000 millones).
La compañía contará con una capacidad instalada de 36.000 megavatios y estará presente en cuarenta países.
La operación, aprobada a finales de marzo por las juntas de accionistas de las dos empresas, se cerrará mañana, lunes, y las nuevas acciones de la compañía empezarán a cotizar el miércoles. El punto final del proceso lo pondrá el Tribunal de Sesiones de Edimburgo (Escocia), que previsiblemente autorizará mañana la operación, valorada en 17.100 millones de euros.
El tribunal deberá examinar la reducción de capital de la empresa escocesa de acuerdo con las directrices de la legislación británica.
El pasado jueves, el Tribunal de Edimburgo dio el visto bueno al Scheme of Arrangement, el documento que regula la integración entre Iberdrola y Scottish Power. Según el calendario previsto, el martes se registrarán las nuevas acciones y se realizarán los trámites para iniciar la cotización el miércoles.
El jueves, Iberdrola hará públicos los resultados correspondientes al primer trimestre.
La compañía española ha obtenido ya todos los permisos necesarios para abordar la compra de Scottish Power, tanto en Europa como en Estados Unidos. Además, el pasado 12 de abril la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó la documentación presentada por Iberdrola sobre la ampliación de capital que permitirá la absorción de Scottish.
El acuerdo de compra suscrito entre las dos compañías establece el pago de una parte en metálico (el 52,3 por ciento) y de otra en acciones propias de la eléctrica española (el 47,7 por ciento restante).
El precio fijado es de 777 peniques (11,5 euros) por acción: 400 peniques en metálico, 365 peniques en acciones propias y 12 peniques a través de un dividendo especial.
Para cubrir el pago, la Junta de Accionistas de Iberdrola aprobó el pasado 29 de marzo una ampliación de capital de 8.625 millones de euros, la mayor de su historia, mediante la emisión de hasta 263,4 millones de acciones nuevas.
La compra de Scottish Power recibió el apoyo del 99,45 por ciento del capital presente o representado en la Junta de Iberdrola, que se celebró en Bilbao.
La Junta, la primera con Ignacio Sánchez Galán como presidente, contó con una asistencia histórica del 77,3 por ciento.
Un día después, el 30 de marzo, los accionistas de Scottish Power aprobaron, con el voto a favor de más del 97 por ciento del capital presente o representado, la fusión con Iberdrola.
La operación fue aprobada por las dos juntas que debían ratificar el acuerdo de integración: la Junta ante el Tribunal (Court Meeting) y la Junta General de Accionistas.
Se trata de la segunda mayor operación realizada por una empresa industrial española en el exterior, por detrás de la compra de la compañía británica O2 por Telefónica en 2005. El grupo resultante de la operación tendrá un valor de empresa de 66.000 millones de euros, sólo superado por EDF (127.000 millones) y E.ON (75.000 millones).
La compañía contará con una capacidad instalada de 36.000 megavatios y estará presente en cuarenta países.
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