by M. J. Alegre
Con la actual regulación de las opas competidoras, ¿ríe más el que llega el último? Podría ser, a la vista de lo que le ocurrió a Gas Natural y tal vez le suceda a E,on, pero este sistema no desalienta a los pioneros y el accionista minoritario es el que sale finalmente beneficiado. Así lo justificaba en público el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, semanas antes de que la 'electrizante' lucha por Endesa llegara al -tal vez- penúltimo capítulo, con el anuncio de Enel y Acciona de que preparaban una contraopa a la que la alemana tiene en curso.
El guardián de los mercados acaba de dar marcha atrás, y si hace mes y medio impuso a E.on mantener el último precio ofertado, ahora le permite subirlo de nuevo. A la eléctrica italiana y al grupo constructor español les ha dicho que para lanzar una opa tienen que esperar seis meses, idéntica 'cuarentena' a la que se exige a E.on para realizar nuevas compras una vez concluida su opa.
Tan pragmática decisión de Conthe -o del consejo de la Comisión del Mercado de Valores (CNMV), que actúa de forma colegiada, como repite con insistencia su presidente- ha sido recibida con aplausos y censuras. El grupo alemán hubiera querido más, convencido como está de que su pugna por Endesa se ha convertido en una carrera de obstáculos inspirada -o bendecida- por el Gobierno español. Enel y Acciona ya han conseguido algo de su propósito con los efectos del anuncio, si bien la italiana preferiría que E.on no tuviera opción a mover ficha de nuevo.
Carencias de la ley
La mayoría de los expertos reconoce que, en una situación enormemente cambiante, la CNMV ha tenido que interpretar una ley de opas que está en proceso de reforma y cuyos grandes vacíos permiten a las empresas encontrar todo tipo de resquicios. Pero muchos ven en la decisión del organismo supervisor la marca de un presidente, a quien, en dos años y medio de mandato, si de algo no se puede acusar es de pasividad, precisamente.
A Conthe le llevó Solbes a la presidencia de la Comisión para relevar a Blas Calzada, un técnico con un perfil 'limpio de polvo y paja' que había sido el idóneo sustituto de Pilar Valiente, salpicada por el caso Gescartera. El vicepresidente económico, que conoce bien la personalidad de su antiguo colaborador, le encomendó velar por la adaptación de las empresas españolas a la nueva contabilidad internacional, coordinar la redacción de otro 'manual' de buen gobierno corporativo, y aplicar los principios de transparencia y los necesarios cambios que se iban a introducir en la legislación de los mercados.
Todos estos objetivos se han ido cumpliendo entre polémicas. Las empresas rechazaron la redacción inicial del código Conthe, y el supervisor dijo que las críticas no las formulaban los empresarios, sino sus 'amanuenses', aunque después se avino a suavizar el texto. También se ha diluido en parte el inicial empeño de que las comunicaciones de las empresas con los informadores y los analistas se vieran sometidas a control previo, y está por ver lo que sucederá con la propuesta de potenciar los chivatazos para luchar contra la información privilegiada.
Un mercado frenético
Pero han sido las operaciones corporativas en un mercado frenético lo que ha disparado el protagonismo de Manuel Conthe en los medios de comunicación. No había transcurrido un mes y medio de mandato cuando -en plena ofensiva de Sacyr por hacerse con BBVA-- un periodista de la cadena 'Ser' puso en sus manos los 'papeles' de las supuestas irregularidades del presidente Francisco González en la venta de FG sociedad de valores.
Vino después la opa de Gas Natural sobre Endesa. El supervisor envió cartas a las tres compañías entonces implicadas para «recordarles sus deberes» y el equipo liderado por Manuel Pizarro llevó al supervisor a los Tribunales. A Conthe se le calentó la boca y dijo que «cualquier jurista se reiría del recurso de Endesa», declaración por la que después tuvo que pedir disculpas durante una comparecencia en el Congreso.
También rectificó tras sugerir que Martinsa podría estar detrás de las filtraciones de información privilegiada en la opa sobre Fadesa. Calificó sus propias palabras de «injustas y desafortunadas», y las atribuyó a un involuntario error en una respuesta improvisada a las preguntas de los medios,
Declaraciones al margen, el papel de la CNMV en la batalla por Endesa ha sido relevante en, al menos, tres momentos. En abril de 2006 detuvo el periodo de aceptación de la opa de Gas Natural -y paralizó en consecuencia la de E.on- hasta que se levantaron las medidas cautelares decretadas por un juez; el pasado febrero acordó que la alemana debía ser tratado como competidor, pese a la retirada de la gasista, y, ahora mismo, acaba de decidir una vía de escape para que el grupo germano pueda perseverar en su empeño. ¿Reirá en este caso más el que llega el último?
Con la actual regulación de las opas competidoras, ¿ríe más el que llega el último? Podría ser, a la vista de lo que le ocurrió a Gas Natural y tal vez le suceda a E,on, pero este sistema no desalienta a los pioneros y el accionista minoritario es el que sale finalmente beneficiado. Así lo justificaba en público el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, semanas antes de que la 'electrizante' lucha por Endesa llegara al -tal vez- penúltimo capítulo, con el anuncio de Enel y Acciona de que preparaban una contraopa a la que la alemana tiene en curso.
El guardián de los mercados acaba de dar marcha atrás, y si hace mes y medio impuso a E.on mantener el último precio ofertado, ahora le permite subirlo de nuevo. A la eléctrica italiana y al grupo constructor español les ha dicho que para lanzar una opa tienen que esperar seis meses, idéntica 'cuarentena' a la que se exige a E.on para realizar nuevas compras una vez concluida su opa.
Tan pragmática decisión de Conthe -o del consejo de la Comisión del Mercado de Valores (CNMV), que actúa de forma colegiada, como repite con insistencia su presidente- ha sido recibida con aplausos y censuras. El grupo alemán hubiera querido más, convencido como está de que su pugna por Endesa se ha convertido en una carrera de obstáculos inspirada -o bendecida- por el Gobierno español. Enel y Acciona ya han conseguido algo de su propósito con los efectos del anuncio, si bien la italiana preferiría que E.on no tuviera opción a mover ficha de nuevo.
Carencias de la ley
La mayoría de los expertos reconoce que, en una situación enormemente cambiante, la CNMV ha tenido que interpretar una ley de opas que está en proceso de reforma y cuyos grandes vacíos permiten a las empresas encontrar todo tipo de resquicios. Pero muchos ven en la decisión del organismo supervisor la marca de un presidente, a quien, en dos años y medio de mandato, si de algo no se puede acusar es de pasividad, precisamente.
A Conthe le llevó Solbes a la presidencia de la Comisión para relevar a Blas Calzada, un técnico con un perfil 'limpio de polvo y paja' que había sido el idóneo sustituto de Pilar Valiente, salpicada por el caso Gescartera. El vicepresidente económico, que conoce bien la personalidad de su antiguo colaborador, le encomendó velar por la adaptación de las empresas españolas a la nueva contabilidad internacional, coordinar la redacción de otro 'manual' de buen gobierno corporativo, y aplicar los principios de transparencia y los necesarios cambios que se iban a introducir en la legislación de los mercados.
Todos estos objetivos se han ido cumpliendo entre polémicas. Las empresas rechazaron la redacción inicial del código Conthe, y el supervisor dijo que las críticas no las formulaban los empresarios, sino sus 'amanuenses', aunque después se avino a suavizar el texto. También se ha diluido en parte el inicial empeño de que las comunicaciones de las empresas con los informadores y los analistas se vieran sometidas a control previo, y está por ver lo que sucederá con la propuesta de potenciar los chivatazos para luchar contra la información privilegiada.
Un mercado frenético
Pero han sido las operaciones corporativas en un mercado frenético lo que ha disparado el protagonismo de Manuel Conthe en los medios de comunicación. No había transcurrido un mes y medio de mandato cuando -en plena ofensiva de Sacyr por hacerse con BBVA-- un periodista de la cadena 'Ser' puso en sus manos los 'papeles' de las supuestas irregularidades del presidente Francisco González en la venta de FG sociedad de valores.
Vino después la opa de Gas Natural sobre Endesa. El supervisor envió cartas a las tres compañías entonces implicadas para «recordarles sus deberes» y el equipo liderado por Manuel Pizarro llevó al supervisor a los Tribunales. A Conthe se le calentó la boca y dijo que «cualquier jurista se reiría del recurso de Endesa», declaración por la que después tuvo que pedir disculpas durante una comparecencia en el Congreso.
También rectificó tras sugerir que Martinsa podría estar detrás de las filtraciones de información privilegiada en la opa sobre Fadesa. Calificó sus propias palabras de «injustas y desafortunadas», y las atribuyó a un involuntario error en una respuesta improvisada a las preguntas de los medios,
Declaraciones al margen, el papel de la CNMV en la batalla por Endesa ha sido relevante en, al menos, tres momentos. En abril de 2006 detuvo el periodo de aceptación de la opa de Gas Natural -y paralizó en consecuencia la de E.on- hasta que se levantaron las medidas cautelares decretadas por un juez; el pasado febrero acordó que la alemana debía ser tratado como competidor, pese a la retirada de la gasista, y, ahora mismo, acaba de decidir una vía de escape para que el grupo germano pueda perseverar en su empeño. ¿Reirá en este caso más el que llega el último?
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