by Jorge del Corral
La partida energética que se está jugando en España desde que Gas Natural lanzó la opa hostil contra Endesa es una partida entre las tres eléctricas más importantes de la UE, en la que dos están enzarzadas ya, la alemana E.On y la italiana y pública Enel, y otra espera agazapada, la estatal francesa EDF. Pocos pueden predecir quién la ganará, pero de hacer caso a los que saben, caben dos escenarios. Uno supondría que E.On se queda con Endesa, EDF con Iberdrola tras su más que probable fusión con Unión Fenosa, y Enel con Hidrocantábrico y la portuguesa EDP. España se quedaría sin campeón nacional ni europeo, pero en nuestro suelo contenderían las tres grandes del continente y el consumidor se beneficiaría. Es el caso inglés.
El segundo escenario apuesta por Endesa para E.On, con Hidrocantábrico dentro porque Enel se la vendería a los alemanes tras pactar su salida de Endesa y de la península Ibérica para dedicarse a otros mercados más próximos a sus fronteras, y con Iberdrola-Unión Fenosa-EDP y Gas Natural como la cuarta europea, tras E.On, EDF y Enel.
Si PP y PSOE dejasen por un momento de darse dentelladas y se preocupasen más por este país, el segundo supuesto podría prosperar con un poco de habilidad, y España contaría con un campeón europeo con proyección multinacional sobre Iberoamérica. Este campeón ya se pudo crear con la fusión Iberdrola-Endesa, pero Rato se la cargó poniendo unas condiciones imposibles que encima creyó que iban a aceptar Oriol y Martín Villa, y sus respectivos consejos de administración. No fue así, y se perdió una primera oportunidad que, además, registró un serio desencuentro entre Rodrigo Rato y Aznar.
Que estos asuntos están fuera del interés público lo demuestra el hecho de que el pasado 10 de marzo se reunieron en Sevilla las 30 mayores eléctricas del mundo (norteamericanas, canadiense, rusa, europeas, australiana, japonesas, china e india) para estudiar el futuro eléctrico planetario. Ningún medio lo recogió, quizás porque estaban más interesados en el asunto De Juana Chaos y Delphi que en saber qué hacía ahí la élite de la electricidad mundial, que, además, había acordado que el objetivo número uno es la inversión en I+D y no en el mix 5/20 que propone Bruselas, porque con la tecnología y los recursos actuales (gas, carbón, uranio, hidráulica y verde) no se puede garantizar el suministro eléctrico dentro de 40 años ni el desarrollo de África y de los países emergentes. Ver para creer.
El segundo escenario apuesta por Endesa para E.On, con Hidrocantábrico dentro porque Enel se la vendería a los alemanes tras pactar su salida de Endesa y de la península Ibérica para dedicarse a otros mercados más próximos a sus fronteras, y con Iberdrola-Unión Fenosa-EDP y Gas Natural como la cuarta europea, tras E.On, EDF y Enel.
Si PP y PSOE dejasen por un momento de darse dentelladas y se preocupasen más por este país, el segundo supuesto podría prosperar con un poco de habilidad, y España contaría con un campeón europeo con proyección multinacional sobre Iberoamérica. Este campeón ya se pudo crear con la fusión Iberdrola-Endesa, pero Rato se la cargó poniendo unas condiciones imposibles que encima creyó que iban a aceptar Oriol y Martín Villa, y sus respectivos consejos de administración. No fue así, y se perdió una primera oportunidad que, además, registró un serio desencuentro entre Rodrigo Rato y Aznar.
Que estos asuntos están fuera del interés público lo demuestra el hecho de que el pasado 10 de marzo se reunieron en Sevilla las 30 mayores eléctricas del mundo (norteamericanas, canadiense, rusa, europeas, australiana, japonesas, china e india) para estudiar el futuro eléctrico planetario. Ningún medio lo recogió, quizás porque estaban más interesados en el asunto De Juana Chaos y Delphi que en saber qué hacía ahí la élite de la electricidad mundial, que, además, había acordado que el objetivo número uno es la inversión en I+D y no en el mix 5/20 que propone Bruselas, porque con la tecnología y los recursos actuales (gas, carbón, uranio, hidráulica y verde) no se puede garantizar el suministro eléctrico dentro de 40 años ni el desarrollo de África y de los países emergentes. Ver para creer.
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