by M. J. ALEGRE
Considera a la gasista «una oportunidad», mientras ve más difícil la unión con una eléctrica como Iberdrola
Antoni Brufau, presidente de Repsol YPF, prometió a los accionistas de la compañía que sólo les propondrá una fusión que sea «un buen negocio». En la junta celebrada ayer en Madrid -que consagró el nuevo núcleo accionarial estable de la petrolera, con Sacyr como dueño del 20% y Luis del Rivero desempeñando el cargo de vicepresidente no ejecutivo-, el interés giró en torno a la integración de la petrolera con Gas Natural, una operación que el mercado da por descontada.
Brufau tranquilizó los ánimos de los pequeños propietarios de la compañía asegurándoles que ningún motivo «espurio» dirigirá su actuación e invitándoles a dejar de lado cuestiones secundarias como la sede de la empresa resultante. Si se opta por un proyecto común con la gasista, la valoración será la más ajustada -en Gas Natural, el PER (relación entre beneficio y capitalización) asciende a 20, mientras en Repsol YPF se queda en un 10- y el plan conjunto será generador de valor, se comprometió.
El presidente de Repsol YPF había esquivado previamente todas las preguntas de los informadores sobre el futuro diseño del mapa energético español y europeo. Dijo que seguramente La Caixa -dueña del 12,5% de la petrolera- incluirá esta participación en la sociedad 'holding' que piensa sacar a bolsa, y aseguró que Gas Natural no es la única oportunidad de consolidación de la petrolera, porque podría destinar parte de sus recursos generados -unos seis mil millones de euros anuales- a una operación en el sector del refino o una nueva compra en el Golfo de México, por poner dos ejemplos del medio centenar de potenciales proyectos.
Brufau vio más problemática la apuesta que también hace el mercado por un grupo energético liderado por la petrolera que integre además una eléctrica. «Cuando se está -dijo- en una fase incipiente para potenciar la cadena de hidrocarburos, no parece fácil encontrar sinergias con una compañía que saca electricidad del agua». Apurando al máximo, esta frase parece descartar una futura apuesta por Iberdrola, aunque no tanto por Unión Fenosa.
Argentina, socio y bolsa
El presidente de Repsol YPF expuso a los accionistas los logros de la petrolera el pasado año y los planes de futuro. Destaca entre ellos el objetivo de encontrar un socio local para que compre una participación en la argentina YPF, iniciativa compatible con la colocación en bolsa de una parte de su capital. Todo ello sin renunciar, en ningún caso, al control mayoritario. «Solo pretendemos buscar alguien que respire como nosotros y esté dispuesto a que vayamos juntos en el proyecto», aseveró.
De forma muy gráfica, explicó que se habían «salvado los muebles» en Bolivia y Venezuela: ahora queda gestionar bien las relaciones con las autoridades, en el primer caso, y sacar partido a las nuevas condiciones (menos producción, mejor precio, en el segundo) en el segundo, dijo.
Reconoció que la cotización de la acción de la petrolera no es la más satisfactoria (ayer cerró a 24,97 euros, con una caída anual del 4,69%), en lo que seguramente incide la estabilidad accionarial aportada por Sacyr el socio que, dijo, «nunca compró una acción sin consultar, no ha pretendido incidir en la gestión, y solo se ofrece a ayudar en lo que se le pide». «Prefiero que (el mercado) nos valore por nuestros fundamentos, y no como un valor especulativo», dijo, tras reconocer que no ser 'carne de opa' conlleva renunciar a fuertes revalorizaciones.
Considera a la gasista «una oportunidad», mientras ve más difícil la unión con una eléctrica como Iberdrola
Antoni Brufau, presidente de Repsol YPF, prometió a los accionistas de la compañía que sólo les propondrá una fusión que sea «un buen negocio». En la junta celebrada ayer en Madrid -que consagró el nuevo núcleo accionarial estable de la petrolera, con Sacyr como dueño del 20% y Luis del Rivero desempeñando el cargo de vicepresidente no ejecutivo-, el interés giró en torno a la integración de la petrolera con Gas Natural, una operación que el mercado da por descontada.
Brufau tranquilizó los ánimos de los pequeños propietarios de la compañía asegurándoles que ningún motivo «espurio» dirigirá su actuación e invitándoles a dejar de lado cuestiones secundarias como la sede de la empresa resultante. Si se opta por un proyecto común con la gasista, la valoración será la más ajustada -en Gas Natural, el PER (relación entre beneficio y capitalización) asciende a 20, mientras en Repsol YPF se queda en un 10- y el plan conjunto será generador de valor, se comprometió.
El presidente de Repsol YPF había esquivado previamente todas las preguntas de los informadores sobre el futuro diseño del mapa energético español y europeo. Dijo que seguramente La Caixa -dueña del 12,5% de la petrolera- incluirá esta participación en la sociedad 'holding' que piensa sacar a bolsa, y aseguró que Gas Natural no es la única oportunidad de consolidación de la petrolera, porque podría destinar parte de sus recursos generados -unos seis mil millones de euros anuales- a una operación en el sector del refino o una nueva compra en el Golfo de México, por poner dos ejemplos del medio centenar de potenciales proyectos.
Brufau vio más problemática la apuesta que también hace el mercado por un grupo energético liderado por la petrolera que integre además una eléctrica. «Cuando se está -dijo- en una fase incipiente para potenciar la cadena de hidrocarburos, no parece fácil encontrar sinergias con una compañía que saca electricidad del agua». Apurando al máximo, esta frase parece descartar una futura apuesta por Iberdrola, aunque no tanto por Unión Fenosa.
Argentina, socio y bolsa
El presidente de Repsol YPF expuso a los accionistas los logros de la petrolera el pasado año y los planes de futuro. Destaca entre ellos el objetivo de encontrar un socio local para que compre una participación en la argentina YPF, iniciativa compatible con la colocación en bolsa de una parte de su capital. Todo ello sin renunciar, en ningún caso, al control mayoritario. «Solo pretendemos buscar alguien que respire como nosotros y esté dispuesto a que vayamos juntos en el proyecto», aseveró.
De forma muy gráfica, explicó que se habían «salvado los muebles» en Bolivia y Venezuela: ahora queda gestionar bien las relaciones con las autoridades, en el primer caso, y sacar partido a las nuevas condiciones (menos producción, mejor precio, en el segundo) en el segundo, dijo.
Reconoció que la cotización de la acción de la petrolera no es la más satisfactoria (ayer cerró a 24,97 euros, con una caída anual del 4,69%), en lo que seguramente incide la estabilidad accionarial aportada por Sacyr el socio que, dijo, «nunca compró una acción sin consultar, no ha pretendido incidir en la gestión, y solo se ofrece a ayudar en lo que se le pide». «Prefiero que (el mercado) nos valore por nuestros fundamentos, y no como un valor especulativo», dijo, tras reconocer que no ser 'carne de opa' conlleva renunciar a fuertes revalorizaciones.
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