by Creso
Muchas interrogantes y dudas ha habido, hay y habrá entorno a la hispano argentina Repsol YPF desde que la Sacyr de Luis del Rivero entrara con fuerza en el capital de la petrolera española. Si bien Antonio Brufau, presidente del grupo participado por La Caixa, ha declarado que el aterrizaje de la constructora ha sido totalmente amistoso, algún que otro directivo «petrolero» no lo tiene tan claro.
Brufau ha dicho que Sacyr «ha dado un plus a Repsol. Nos garantiza la estabilidad accionarial de un proyecto independiente. Es un accionista muy querido, que pidió permiso para entrar en el capital y que apoya al equipo directivo». Seguro que sí. Ya se sabe que con buenas formas todo es más fácil, pero... A más de uno se le habrá pasado por la cabeza que Del Rivero no es precisamente un socio que tienda a estar callado, tranquilo y sin participar de un proyecto en el que tiene puesta esperanzas.
Una de las preguntas en la mente de algún alto ejecutivo y de más de una decena de accionistas (por poner un número) de Repsol es el por qué de la entrada de la constructora como primer accionista cuando había una dirección coordinada que funcionaba a la perfección (¿no?) con La Caixa. Seguro que también se han preguntado en algún momento si el constructor forma parte del núcleo duro con el «ok» de la caja catalana o si ha aparecido así por arte de birlibirloque y con unos objetivos que aún se desconocen.
De momento, con la entrada de Sacyr y con la estabilidad que proporciona el 15% que tiene su otro socio de referencia, La Caixa, es posible que Repsol haya paralizado más de un intento de entrada hostil de algún competidor. Sin embargo, algunos accionistas, piensan que no todo está solucionado, porque, quizás con buen criterio, piensan que la continuidad de La Caixa está más que en cuarentena. De ahí que Brufau haya intentado buscar un socio más desde hace meses. Es conocido que el presidente de Repsol ha estado dispuesto a ofrecer una participación en su capital a cambio del acceso a proyectos en zona rusa. Esta posibilidad, no le hace nada de gracia, por cierto, a Del Rivero, que no entiende el por qué de un socio más. Ahora bien, si realmente La Caixa vende parte de su participación, sería conveniente llegar a algún acuerdo con otra compañía -en el pasado hubo conversaciones con Lukoil, pero no llegaron a buen puerto-, para no volver a ser una de las piezas más deseadas del sector.
Y mientras unos intentan cerrar un acuerdo con un «caballero blanco», otro que lo fue busca resarcirse de su fracaso. E.ON, que finalmente se quedó sin opar a Endesa, parece que no ceja en su empeño de conseguir su trocito de pastel en el mercado eléctrico español. Su objetivo, la eléctrica presidida por Pedro López Jiménez: Unión Fenosa. Un dato a tener en cuenta: la compañía ha superado esta semana los 42 euros por acción por rumores corporativos con E.ON de protagonista.
A todo gas... natural
Mientras siguen los rumores sobre la supuesta fusión entre Respol YPF y Gas Natural, esta compañía ha alcanzado ya de nuevo la velocidad de crucero tras la fallida opa a Endesa y ha presentado unos resultados trimestrales sorprendentemente buenos. El grupo que preside Salvador Gabarró ha aumentado su beneficio un 10% respecto al mismo trimestre del año pasado, periodo en el que ingresó casi 100 millones por operaciones extraordinarias. Además, su elevada generación de caja ha propiciado una reducción de su deuda.
Brufau ha dicho que Sacyr «ha dado un plus a Repsol. Nos garantiza la estabilidad accionarial de un proyecto independiente. Es un accionista muy querido, que pidió permiso para entrar en el capital y que apoya al equipo directivo». Seguro que sí. Ya se sabe que con buenas formas todo es más fácil, pero... A más de uno se le habrá pasado por la cabeza que Del Rivero no es precisamente un socio que tienda a estar callado, tranquilo y sin participar de un proyecto en el que tiene puesta esperanzas.
Una de las preguntas en la mente de algún alto ejecutivo y de más de una decena de accionistas (por poner un número) de Repsol es el por qué de la entrada de la constructora como primer accionista cuando había una dirección coordinada que funcionaba a la perfección (¿no?) con La Caixa. Seguro que también se han preguntado en algún momento si el constructor forma parte del núcleo duro con el «ok» de la caja catalana o si ha aparecido así por arte de birlibirloque y con unos objetivos que aún se desconocen.
De momento, con la entrada de Sacyr y con la estabilidad que proporciona el 15% que tiene su otro socio de referencia, La Caixa, es posible que Repsol haya paralizado más de un intento de entrada hostil de algún competidor. Sin embargo, algunos accionistas, piensan que no todo está solucionado, porque, quizás con buen criterio, piensan que la continuidad de La Caixa está más que en cuarentena. De ahí que Brufau haya intentado buscar un socio más desde hace meses. Es conocido que el presidente de Repsol ha estado dispuesto a ofrecer una participación en su capital a cambio del acceso a proyectos en zona rusa. Esta posibilidad, no le hace nada de gracia, por cierto, a Del Rivero, que no entiende el por qué de un socio más. Ahora bien, si realmente La Caixa vende parte de su participación, sería conveniente llegar a algún acuerdo con otra compañía -en el pasado hubo conversaciones con Lukoil, pero no llegaron a buen puerto-, para no volver a ser una de las piezas más deseadas del sector.
Y mientras unos intentan cerrar un acuerdo con un «caballero blanco», otro que lo fue busca resarcirse de su fracaso. E.ON, que finalmente se quedó sin opar a Endesa, parece que no ceja en su empeño de conseguir su trocito de pastel en el mercado eléctrico español. Su objetivo, la eléctrica presidida por Pedro López Jiménez: Unión Fenosa. Un dato a tener en cuenta: la compañía ha superado esta semana los 42 euros por acción por rumores corporativos con E.ON de protagonista.
A todo gas... natural
Mientras siguen los rumores sobre la supuesta fusión entre Respol YPF y Gas Natural, esta compañía ha alcanzado ya de nuevo la velocidad de crucero tras la fallida opa a Endesa y ha presentado unos resultados trimestrales sorprendentemente buenos. El grupo que preside Salvador Gabarró ha aumentado su beneficio un 10% respecto al mismo trimestre del año pasado, periodo en el que ingresó casi 100 millones por operaciones extraordinarias. Además, su elevada generación de caja ha propiciado una reducción de su deuda.
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